lunes, 28 de mayo de 2012

He escuchado decir que a veces hay que ir hasta abajo del todo para impulsarte hacia arriba.
Entonces aprietas los dientes, flexionas las rodillas y saltas con fuerza para salir del pozo.
Esa es la vida.Una constante entrada y salida en pozos imaginarios, más o menos profundos,en los que caes y de los que tienes que tratar de fugarte con el menor número de rasguños posibles.


Aunque tuviera mil vidas por delante, sé que te elegiría a ti en cada una de ellas. Porque me has enseñado como son las cosas, me has enseñado a querer, a quererte a ti. Y la verdad, no me interesa saber querer a otras personas, me basta con quererte y que me quieras. Porque para mí, esto es lo más cercano a la felicidad.